¿Qué
avances hay en el tratamiento contra el cáncer?
“En
muchos centros médicos alrededor del mundo actualmente se están realizando
investigaciones sobre las causas, el diagnóstico y el tratamiento del cáncer”
La elección del tratamiento
adecuado para el cáncer viene determinado por varios factores, incluyendo el
tipo, las condiciones generales del paciente y por supuesto cuál sea el
objetivo buscado: curarlo, evitar que se extienda, o aliviar los síntomas
causados por éste. Dependiendo de todos estos factores, el paciente puede
recibir uno o varios de los tratamientos siguientes:
- Cirugía
- Quimioterapia
- Radioterapia
- Terapia hormonal
- Inmunoterapia o terapia biológica.
- Tratamientos personalizados
- Ensayos Clínicos
- Medicina complementaria y alternativa
- Transplante de células hematopoyéticas.
¿Qué son los nuevos tratamientos?
Aunque cualquier tratamiento de
reciente aparición en el espectro de la lucha contra el cáncer podría
catalogarse de “nuevo”, en general, cuando utilizamos el término nuevos
tratamientos o tratamientos biológicos o dirigidos, lo hacemos para referirnos
a un grupo de medicamentos que, dentro del tratamiento sistémico del
cáncer, disponen de un mecanismo de acción con unas características comunes.
Así, los tratamientos dirigidos (“targeted therapies” en inglés) se diferencian
de la quimioterapia (tratamiento sistémico por excelencia) en que están
diseñados para bloquear de forma específica aspectos concretos de
la biología celular o tumoral en lugar de destruir, de manera más
indiscriminada, todas aquellas células que se reproducen rápidamente, modo éste
de actuar de la quimioterapia.
¿Qué ventajas aportan los tratamientos dirigidos?
Del hecho de que los tratamientos
dirigidos tengan una mayor selectividad por las células tumorales respecto al
resto de las células del organismo, se deriva su capacidad para actuar contra
el cáncer con menores efectos secundarios indeseables que, por ejemplo, la
quimioterapia.
Así, la quimioterapia basa su
poder de destruir tumores en que actúa sobre todas aquellas células que se
reproducen rápidamente y las del cáncer son, habitualmente, las células que más
rápido se reproducen en todo el organismo. Sin embargo existen otros tejidos en
el cuerpo humano cuyas células se reproducen normalmente rápido como, por
ejemplo, la médula ósea (donde se generan las células que forman la sangre) o
el epitelio intestinal. De este hecho se derivan gran parte de los efectos
secundarios de la quimioterapia como la bajada de defensas, la caída del cabello
o las diarreas y llagas en la boca.
Frente al efecto “indiscriminado”
de la quimioterapia, los tratamientos dirigidos actúan más selectivamente sobre
células cancerosas con una característica determinada y esto les confiere un
perfil de efectos secundarios en general mucho más tolerable.
¿Por qué existen pocos tratamientos dirigidos y tampoco son perfectos?
A pesar de que la teoría
anteriormente expuesta los convierte en poco menos que el tratamiento
“perfecto” contra el cáncer, el desarrollo y eficacia de los tratamientos
dirigidos se enfrenta a dos problemas básicos.
• El primer problema es que
aunque sabemos mucho de biología celular y tumoral, conocemos pocos procesos o
moléculas que sean exclusivas o muy características de las células tumorales,
esto dificulta enormemente la aparición de nuevos fármacos selectivos. Conviene
recordar que las células tumorales son células de nuestro propio organismo que
pierden el control natural y se reproducen rápida y desordenadamente. Con ello,
la mayor parte de los procesos propios de su biología son comunes al resto de
células del organismo y poco adecuados como dianas de los nuevos tratamientos.
• El segundo gran reto al
que se enfrentan los nuevos tratamientos es que las células tumorales disponen
de múltiples aspectos de sus procesos biológicos que les confieren “ventajas”
respecto a las células normales. Así, aunque bloqueemos un mecanismo de
crecimiento de las células tumorales es, en general, cuestión de tiempo que la
célula encuentre una vía alternativa para crecer independientemente de ese
mecanismo que nosotros hemos inutilizado con un tratamiento dirigido.
De este
modo, los tratamientos biológicos o dirigidos más eficaces son aquellos que
actúan sobre aquellos tipos de tumores que dependen muy fuertemente de un
proceso concreto y que, bloqueado éste, tienen poca capacidad para encontrar
alternativas para crecer.
¿Hay que tener alguna precaución
especial con este tipo de fármacos?
Estos tratamientos, sobre todo
los inhibidores de la tirosina quinasa y los tratamientos, interaccionan
frecuentemente con otros fármacos ( p. ej. antibióticos, fármacos para la
epilepsia, para las arritmias…) y/o con productos de herboristería ( p. ej.
hierba de San Juan) o incluso alimentos que podemos consumir de manera habitual
(p. ej. zumo de pomelo). Aunque desde el Servicio de Oncología Médica y el
Servicio de Farmacia se revisa la medicación habitual y se realizan
recomendaciones a este respecto sobre lo que ya es conocido, es importante
transmitir si se está tomando algún tipo de medicamento o preparado natural
(aunque no nos parezca que es un fármaco porque no nos lo ha prescrito un
médico, porque no lo hemos comprado con receta o porque no lo hemos comprado en
una farmacia), para que se pueda valorar si hay que suspenderlo porque pueda
alterar el funcionamiento del tratamiento o potenciar sus efectos secundarios.
4 comentarios:
Me pareció muy interesante este articulo.... tiene información muy valiosa.... Muy buen aporte.....!! Gracias!! (Y) :)
Interesante información, espero que los nuevos medicamentos contra el Cancer sean menos agresivos , efectivos y de bajo costo. Ya que muchas personas por esa razón no se tratan y creen que tener Cancer es sinónimo de muerte . Confío que con el paso del tiempo , logremos esa meta
La información contenida en este blog me resulta realmente interesante. Excelente aporte.
tienen muy buena información, espero que en lo posterior agreguen mas avances
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