CÁNCER Y ALIMENTACIÓN
“PREVINIENDO EL CÁNCER”
Como ya se ha mencionado en entradas anteriores
el cáncer básicamente es una enfermedad de las células que han
cambiado el mecanismo de control que gobierna su proliferación y diferenciación.
A consecuencia de este cambio se produce la multiplicación sin control y con
capacidad para invadir las estructuras vecinas y, por vía linfática o hemática,
las nuevas colonias tumorales o metástasis.
Pero,
¿se puede prevenir
el cáncer con solo
cambiar nuestra alimentación?
“El 30% de los tumores cancerígenos se podrían
evitar con una dieta sana y completa”
La idea de que se puede
prevenir el cáncer mediante la dieta no es nueva, hace más de cien años que
diversos autores han propuesto diferentes hábitos dietéticos como causas de los
cánceres, cosa que los hace susceptibles de fundamentar recomendaciones
preventivas.
En los años setenta, el
interés por la dieta como causa de cáncer se pone de actualidad definitivamente
al empezarse a disponer de evidencias científicas sólidas.
Desde entonces se puede
afirmar que la dieta,
junto con el tabaco y las exposiciones a sustancias carcinogénicas en el medio
laboral, son los tres factores más importantes relacionados con el
cáncer.
Sin embargo…. No existen los alimentos cancerígenos.
No hay ningún
alimento que por sí mismo provoque cáncer. Lo que sí puede provocar esta
enfermedad es una mala dieta mantenida durante mucho tiempo. "Es
el conjunto de la alimentación lo que puede provocar un cáncer tumoral, no hay
una lista cerrada de alimentos cancerígenos", explica la Dra.
Graciela García , oncóloga de la Sociedad Española contra el Cáncer.
García da un ejemplo
de una dieta que podría provocar cáncer. Habla de "Una alimentación muy rica en grasas de origen animal, en carne
roja y en productos precocinados y pobre en fibra, verduras y fruta".
Mantener este menú durante muchos años priva al organismo de muchos nutrientes.
Es esta carencia la que puede provocar la enfermedad.
Pero comer mal
también puede provocar cáncer a través de otra vía: la obesidad. "Determinados tumores sí están
relacionados con un sobrepeso mantenido en el tiempo", comenta la
Dra. García.
APUNTES PARA UNA DIETA ORIENTADA A PREVENIR EL
CÁNCER Y OTRAS ENFERMEDADES CRÓNICAS
Lo primero que hay que
recordar es que el tabaco es el principal factor de riesgo para contraer muchos
tipos de cáncer.
Los siguientes puntos son
una síntesis de las recomendaciones preventivas que pueden contribuir a
prevenir determinados tipos de cáncer y otras enfermedades crónicas; y en todo
caso, también son útiles para seguir una dieta saludable.
- · Hacer principalmente dietas ricas en verduras, frutas variadas, legumbres y féculas.
- · Evitar el sobrepeso y la obesidad.
- · Mantener una actividad física moderada.
- · Comer entre 400 y 800 gramos por día de frutas o verduras variadas.
- · Comer entre 600 y 800 gramos diariamente de legumbres, cereales (grano), tubérculos y otros alimentos de origen vegetal.
- · Evitar el consumo de alcohol. En el caso de que se consuma, se tiene que limitar a dos copas o menos por día en los hombres, y a una copa o menos por día en las mujeres.
- · Limitar el hecho de comer carne roja (ternera, cordero, cerdo) a menos de 80 gramos diarios. Es preferible comer pescado, pollo u otros tipos de carnes.
- · Limitar el consumo de grasa de origen animal y de los alimentos grasientos en general.
- · Limitar el consumo de alimentos conservados en sal. Evitar comidas que se hayan podido estropear por estar mal conservadas.
- · Evitar alimentos chamuscados. Comer sólo ocasionalmente carne hecha en la barbacoa, así como alimentos curados o ahumados.ç
- · Las recomendaciones dietéticas anteriores hacen innecesario el consumo de suplementos vitamínicos.
v Hacer
principalmente dietas ricas en verduras, frutas variadas, legumbres Y féculas.
La evidencia de que las
dietas ricas en verduras y frutas protegen contra el cáncer es clara, así como
también legumbres y féculas poco elaboradas, aunque en este último caso la
evidencia no es tan consistente. Ésta será una dieta con alimentos poco
calóricos. Sin embargo, esta recomendación no significa que las dietas
vegetarianas sean más protectoras que dietas que incorporen cantidades
moderadas de carne (ved más adelante).
v Evitar el
sobrepeso y la obesidad.
Aquella persona con un índice
de masa corporal entre 25 y 30 se considera con sobrepeso, mientras que cuando
supera 30 se considera con obesidad.
El índice de masa corporal
se calcula dividiendo el peso en kg por la altura en metros al cuadrado.
Por ejemplo, para una
persona que pesa 65 kg y tiene una altura de 1 m 62 cm:
65 / 1,622 = 24,77 (por
poco, pero no se considera sobrepeso).
Entre los tumores
relacionados con la obesidad se encuentra el cáncer de cuello de útero, el de mama en mujeres
postmenopáusicas y el de riñón.
v Mantener
una actividad física moderada.
Existe la evidencia clara
de que efectuar una actividad física moderada de forma continuada puede
contribuir a prevenir el cáncer de colon, además de ayudar a evitar el
sobrepeso y la obesidad. La actividad física que se recomienda consiste en
caminar a paso ligero (6 km/h) una hora por día, tres veces por semana o más, o
algún tipo de ejercicio similar.
v Comer
entre 400 y 800 gramos por día de frutas o verduras variadas.
Estos componentes de la
dieta aportan fibra y muchas vitaminas, minerales y otras sustancias bioactivas
que pueden ser preventivas de diferentes tipos de cáncer. Entre los cánceres
más importantes que pueden contribuir a prevenir se pueden citar el de cavidad
oral y faringe, el de esófago, el de pulmón, el de estómago y el colo-rectal.
Otros cánceres para los cuales la evidencia es menos sistemática son el de
laringe, mama, vejiga urinaria y páncreas.
v Comer
entre 600 y 800 gramos diariamente de legumbres, cereales (grano), tubérculos y
otros alimentos de origen vegetal.
Las dietas ricas en
cereales integrales y en legumbres posiblemente reducen el riesgo de cáncer de
estómago, y las dietas con alto contenido en féculas pueden ayudar en la
prevención del cáncer de colon. Hacer este tipo de dietas con cereales y
legumbres aporta carotenoides y vitaminas C y E, que pueden proteger contra
diferentes tipos de cáncer.
v Evitar el
consumo de alcohol. En el caso que se consuma, se tiene que limitar a dos copas
o menos por día en los hombres, Y a una copa o menos por dia en las mujeres.
Diferentes estudios han
mostrado de forma convincente que el consumo de alcohol aumenta el riesgo de
sufrir cáncer de cavidad oral y faringe, laringe, esófago e hígado. Por otro
lado, hay que tener en cuenta que es más probable que la persona que bebe
también fume, lo cual multiplica el riesgo de sufrir cánceres como el de
cavidad oral, de laringe y de esófago. Otros cánceres que posiblemente están
relacionados con el consumo de alcohol son el de mama y el colo-rectal. Los
beneficios de consumir pequeñas cantidades de bebidas con alcohol, como el
vino, para prevenir algunas enfermedades cardiovasculares, hacen que el consumo
recomendado se limite a una o dos copas al día de bebidas con contenido
alcohólico.
v Limitar
el hecho de comer carne roja (ternera, cordero, cerdo) a menos de 80 gramos
diarios. Es preferible comer pescado, pollo u otros tipos de carnes.
Las dietas que contienen
cantidades elevadas de carne roja (ternera, cordero o cerdo) o basadas en
productos elaborados a partir de estas carnes probablemente incrementan el
riesgo de sufrir cáncer colo-rectal, y posiblemente aumentan el riesgo de
sufrir cáncer de páncreas, próstata, mama y riñón. Sería conveniente que las
calorías aportadas por este tipo de comidas no superen el 10% del total.
v Limitar
el consumo de grasa de origen animal y de los alimentos grasientos en general.
Las dietas ricas en grasa
de origen animal posiblemente incrementan el riesgo de sufrir cáncer de pulmón,
mama, colo-rectal, de endometrio y próstata. Por otro lado, hay que tener en
cuenta que estas dietas incrementan notablemente el riesgo de obesidad.
v Limitar
el consumo de alimentos conservados en sal. Evitar comidas que se hayan podido
estropear por estar mal conservadas.
Estos alimentos
probablemente incrementan el riesgo de desarrollar cáncer de estómago.
Actualmente ha disminuido considerablemente el uso de la sal y de determinado
tipo de conservantes, y tomar alimentos que los contengan, de forma ocasional,
no supone ningún riesgo.
v Evitar
alimentos chamuscados. Comer sólo ocasionalmente carne hecha a la barbacoa, así
como alimentos curados o ahumados.
Las dietas compuestas por
alimentos que en su cocción se chamuscan probablemente aumentan el riesgo de
cáncer de estómago, y cuando se hacen en barbacoas o muy fritos posiblemente se
asocian con un aumento de riesgo de cáncer colo-rectal. Este tipo de cocción
produce aminas aromáticas que pueden ser carcinogénicas. Los alimentos ahumados
pueden contener hidrocarburos policíclicos aromáticos que pueden ser carcinogénicos.
v Las
recomendaciones dietéticas anteriores hacen innecesario el consumo de
suplementos vitamínicos.
Seguir una dieta como la
descrita hasta ahora hace que no sea necesario tomar ningún suplemento
vitamínico. Es más, no se ha demostrado que cuando las vitaminas se toman como
suplementos reduzcan el riesgo de desarrollar un cáncer.
1 comentarios:
Un Articulo muy completo..... Muchas Gracias por el aporte de información....
(Y) :)
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