Diez datos sobre el cáncer.

La información es la prevención.

¿Que es el cáncer?

"...un proceso de crecimiento y diseminación incontrolados de células..."

Cáncer y Alimentación.

“El 30% de los tumores cancerígenos se podrían evitar con una dieta sana y completa”

¿Cancer cervicouterino y de Próstata?

“El cáncer no distingue sexo, raza o posción económica”.

martes, 25 de agosto de 2015

DICCIONARIO



DICCIONARIO


BLOG
Sitio web que incluye, a modo de diario personal de su autor o autores, contenidos de su interés, actualizados con frecuencia y a menudo comentados por los lectores.

ENTRADA
Artículo publicado en un blog, el cual es ordenado de manera cronológica. Las entradas se componen de encabezado, cuerpo y pie. Generalmente el encabezado contiene la fecha de publicación y el título de la entrada, el cuerpo del artículo puede contener texto, fotografías, imágenes, enlaces y el pie de entrada puede enlazar a otras entradas incluso puede contener comentarios de lectores. Todas las entradas se archivan por categorías.

EPIGENETICA
Estudio de los mecanismos (metilación del ADN y cambios en las histonas de su eje) que dan lugar a efectos fenotípicos por la actividad de los genes durante la diferenciación y el desarrollo, o cambios heredables en la expresión de los genes, que no implican cambios en la secuencia génica.




Articulos de PUBMED


ARTÍCULOS DE INTERÉS DE PUBMED

(Trabajo TIC’S)






  •        Efectos del ácido acetil-salicílico sobre la enfermedad cerebro vascular

  • Depresión en mujeres adolescentes (epidemiología)

  • Tratamientos recientes para el cáncer cervicouterino

  • Prevención y control de la gastroenteritis


  • Prevención y control de la influenza estacional


  • Efectos adversos de los esteroides



¿QUE AVANCES HAY EN EL TRATAMIENTO CONTRA EL CÁNCER?


¿Qué avances hay en el tratamiento contra el cáncer?

“En muchos centros médicos alrededor del mundo actualmente se están realizando investigaciones sobre las causas, el diagnóstico y el tratamiento del cáncer




La elección del tratamiento adecuado para el cáncer viene determinado por varios factores, incluyendo el tipo, las condiciones generales del paciente y por supuesto cuál sea el objetivo buscado: curarlo, evitar que se extienda, o aliviar los síntomas causados por éste. Dependiendo de todos estos factores, el paciente puede recibir uno o varios de los tratamientos siguientes:


- Cirugía
- Quimioterapia
- Radioterapia
- Terapia hormonal
- Inmunoterapia o terapia biológica.
- Tratamientos personalizados
- Ensayos Clínicos
- Medicina complementaria y alternativa
- Transplante de células hematopoyéticas.


¿Qué son los nuevos tratamientos?

Aunque cualquier tratamiento de reciente aparición en el espectro de la lucha contra el cáncer podría catalogarse de “nuevo”, en general, cuando utilizamos el término nuevos tratamientos o tratamientos biológicos o dirigidos, lo hacemos para referirnos a un grupo de medicamentos que, dentro del tratamiento sistémico del cáncer, disponen de un mecanismo de acción con unas características comunes. Así, los tratamientos dirigidos (“targeted therapies” en inglés) se diferencian de la quimioterapia (tratamiento sistémico por excelencia) en que están diseñados para bloquear de forma específica aspectos concretos de la biología celular o tumoral en lugar de destruir, de manera más indiscriminada, todas aquellas células que se reproducen rápidamente, modo éste de actuar de la quimioterapia.



¿Qué ventajas aportan los tratamientos dirigidos?

Del hecho de que los tratamientos dirigidos tengan una mayor selectividad por las células tumorales respecto al resto de las células del organismo, se deriva su capacidad para actuar contra el cáncer con menores efectos secundarios indeseables que, por ejemplo, la quimioterapia.
Así, la quimioterapia basa su poder de destruir tumores en que actúa sobre todas aquellas células que se reproducen rápidamente y las del cáncer son, habitualmente, las células que más rápido se reproducen en todo el organismo. Sin embargo existen otros tejidos en el cuerpo humano cuyas células se reproducen normalmente rápido como, por ejemplo, la médula ósea (donde se generan las células que forman la sangre) o el epitelio intestinal. De este hecho se derivan gran parte de los efectos secundarios de la quimioterapia como la bajada de defensas, la caída del cabello o las diarreas y llagas en la boca.
Frente al efecto “indiscriminado” de la quimioterapia, los tratamientos dirigidos actúan más selectivamente sobre células cancerosas con una característica determinada y esto les confiere un perfil de efectos secundarios en general mucho más tolerable.






¿Por qué existen pocos tratamientos dirigidos y tampoco son perfectos?

A pesar de que la teoría anteriormente expuesta los convierte en poco menos que el tratamiento “perfecto” contra el cáncer, el desarrollo y eficacia de los tratamientos dirigidos se enfrenta a dos problemas básicos.

•  El primer problema es que aunque sabemos mucho de biología celular y tumoral, conocemos pocos procesos o moléculas que sean exclusivas o muy características de las células tumorales, esto dificulta enormemente la aparición de nuevos fármacos selectivos. Conviene recordar que las células tumorales son células de nuestro propio organismo que pierden el control natural y se reproducen rápida y desordenadamente. Con ello, la mayor parte de los procesos propios de su biología son comunes al resto de células del organismo y poco adecuados como dianas de los nuevos tratamientos.
•  El segundo gran reto al que se enfrentan los nuevos tratamientos es que las células tumorales disponen de múltiples aspectos de sus procesos biológicos que les confieren “ventajas” respecto a las células normales. Así, aunque bloqueemos un mecanismo de crecimiento de las células tumorales es, en general, cuestión de tiempo que la célula encuentre una vía alternativa para crecer independientemente de ese mecanismo que nosotros hemos inutilizado con un tratamiento dirigido. 

De este modo, los tratamientos biológicos o dirigidos más eficaces son aquellos que actúan sobre aquellos tipos de tumores que dependen muy fuertemente de un proceso concreto y que, bloqueado éste, tienen poca capacidad para encontrar alternativas para crecer.

¿Hay que tener alguna precaución especial con este tipo de fármacos?

Estos tratamientos, sobre todo los inhibidores de la tirosina quinasa y los tratamientos, interaccionan frecuentemente con otros fármacos ( p. ej. antibióticos, fármacos para la epilepsia, para las arritmias…) y/o con productos de herboristería ( p. ej. hierba de San Juan) o incluso alimentos que podemos consumir de manera habitual (p. ej. zumo de pomelo). Aunque desde el Servicio de Oncología Médica y el Servicio de Farmacia se revisa la medicación habitual y se realizan recomendaciones a este respecto sobre lo que ya es conocido, es importante transmitir si se está tomando algún tipo de medicamento o preparado natural (aunque no nos parezca que es un fármaco porque no nos lo ha prescrito un médico, porque no lo hemos comprado con receta o porque no lo hemos comprado en una farmacia), para que se pueda valorar si hay que suspenderlo porque pueda alterar el funcionamiento del tratamiento o potenciar sus efectos secundarios.




CÁNCER CERVICOUTERINO Y DE PRÓSTATA


CÁNCER CERVICOUTERINO Y DE  PRÓSTATA






CÁNCER DE CUELLO UTERINO


A NIVEL MUNDIAL el cáncer cérvicouterino es la segunda causa de muerte por neoplasias malignas en la mujer. Sin embargo, gracias a la citología y a la histopatología se le puede detectar tempranamente y tratar oportunamente, reduciendo el impacto de esta enfermedad. Sumado a estas medidas, el panorama se torna más favorable al contar ahora con vacunas que prometen disminuir este cáncer, especialmente en los países que presentan mayor número de casos.

El cáncer de cuello uterino se desarrolla en el cérvix, la parte del útero que da paso a la vagina. Ocurre cuando las células del cérvix o cuello del útero se vuelven anormales y empiezan a crecer de forma incontrolada. La exploración del cuello del útero está pensada para encontrar células en las fases iniciales, cuando pueden ser fácilmente extirpadas para que no degeneren en cáncer. Todas las mujeres deberían pasar dichas exploraciones tres años después de su primera relación sexual. Al principio, se deberían realizar estas exploraciones una vez al año. Después de haberse sometido a dos citologías con resultados normales debería realizarse la siguiente exploración cada tres años. A los 35 se debería pasar un test de VPH junto a la citología. Si ambos dan negativo, debería volver a realizarse dichas pruebas cada cinco años.






Según la Organización Mundial de la Salud, el cáncer cérvicouterino (CaCu) es la segunda mayor causa de mortalidad femenina por cáncer en todo el mundo, con unas 300.00 muertes al año. El 80% de los casos corresponden a los países en vías de desarrollo y cerca de 500 000 casos nuevos se presentan cada año. Tan solo en el año 2002 se presentaron 493 243 y de estos, 273 505 fueron decesos . 

En México, en el año 2002, se presentaron 12 512 nuevos casos de cáncer cérvicouterino, de los cuales 5 777, el 46% de los casos, fueron decesos . Esta enfermedad fue la primera causa de muerte entre las mujeres mexicanas con cáncer, ocupando un 16.6% de otros cánceres . La mayoría de las mujeres que desarrollan este cáncer tienen entre 40 y 50 años de edad. Sin embargo, cada vez es más común ver mujeres jóvenes infectadas, que a edades de 20 y 30 años se les diagnostica cáncer cérvicouterino.


CÁNCER DE CUELLO UTERINO Y VPH


Casi todos (99,8%) los casos de cáncer de cuello uterino se deben a tipos específicos de un virus DNA tumoral transmitido por vía sexual, que se denomina virus del papiloma humano (VPH). El enlace entre el CaCu y el VPH fue demostrado a principios de los años 80’s por el doctor Harald zur Hausen y la infección es un requisito necesario para el desarrollo de esta enfermedad. La infección por VPH puede ser causa de otros carcinomas ano genitales incluyendo de pene, vagina, vulva  y ano.

Los virus del papiloma humano (VPH) son un grupo de más de 200 virus relacionados. Más de 40 tipos de VPH pueden transmitirse fácilmente por contacto sexual directo, de la piel y de las membranas mucosas de personas infectadas a la piel y a las membranas mucosas de sus parejas. Pueden transmitirse por contacto sexual vaginal, anal y oral . Otros tipos de VPH son responsables de verrugas no genitales, las cuales no se transmiten sexualmente.
Los tipos de VPH que se transmiten sexualmente corresponden a dos categorías:
  • Los VPH de bajo riesgo, los cuales no causan cáncer pero pueden causar verrugas en la piel (conocidas técnicamente como condylomata acuminata) en los genitales, en el ano, en la boca o en la garganta. Por ejemplo, los tipos 6 y 11 de VPH causan 90% de todas las verrugas genitales.  Los tipos 6 y 11 causan también papilomatosis respiratoria recurrente, una enfermedad menos común en la que tumores benignos crecen en las vías respiratorias que van de la nariz y la boca a los pulmones.
  • Los VPH de alto riesgo, los cuales pueden causar cáncer. Se han identificado cerca de una docena de tipos de VPH de alto riesgo. Dos de estos, los tipos 16 y 18 de VPH, son responsables de la mayoría de los cánceres causados por VPH . 















CÁNCER DE PRÓSTATA


El cáncer de próstata es el segundo más frecuente entre los hombres, con aproximadamente 899.000 nuevos casos al año en el mundo.













En la próstata, hay varios tipos de células, pero casi todos los cánceres de próstata se originan de las células glandulares (las células que producen el líquido de la próstata que es agregado al semen). El término médico para un cáncer que comienza en las células glandulares es adenocarcinoma. Otros tipos de cáncer también se pueden originar en la glándula prostática, son: • Sarcomas • Carcinomas de células pequeñas • Tumores neuroendocrinos (aparte de los carcinomas de células pequeñas) • Carcinomas de células transicionales Pero estos tipos de cáncer de próstata no son frecuentes.


Nuestro organismo está constituido por tejidos y éstos a su vez por un conjunto de células, que se dividen de forma regular con el fin de reemplazar a las ya envejecidas o muertas y mantener así la integridad y el correcto funcionamiento. 
Cuando estos mecanismos se alteran en una célula, ésta y sus descendientes inician una división incontrolada que con el tiempo dará lugar a un tumor o nódulo.  

Cuando las células tumorales, con capacidad de invadir los tejidos sanos de alrededor y de alcanzar órganos alejados e implantarse en ellos, están ubicadas en la próstata, hablamos de cáncer de próstata.






Este tumor maligno, puede crecer de tres maneras:
  • Crecimiento local: se produce por crecimiento tumoral e invasión de la cápsula prostática. Más tardíamente el tumor puede romper la misma y crecer invadiendo los tejidos y órganos periprostáticos. La invasión de la vejiga o el recto es tardía en el tiempo.
  • Diseminación linfática: existe una clara relación entre el tamaño del tumor primitivo y la probabilidad de afectación ganglionar.
  • Diseminación hematógena: esta diseminación se realiza a través de los vasos sanguíneos, preferentemente hacia el hueso.


Algunos cánceres de próstata pueden crecer y propagarse rápidamente, pero la mayoría crece lentamente. De hecho, los estudios realizados en algunas autopsias muestran que muchos hombres de edad avanzada (e incluso algunos hombres más jóvenes) que murieron por otras causas también tenían cáncer de próstata que nunca les afectó durante sus vidas. En muchos casos, ellos no sabían, y ni siquiera sus médico, que tenían cáncer de próstata.
Ocurre con más frecuencia en hombres mayores de 40 años.

































¿Cuáles son los factores de riesgo del cáncer de próstata?

Un factor de riesgo es todo aquello que afecta la probabilidad de que usted padezca una enfermedad, como por ejemplo el cáncer. Los distintos tipos de cáncer tienen diferentes factores de riesgo. Todavía no entendemos completamente las causas del cáncer de próstata, pero los investigadores han encontrado varios factores que podrían afectar el riesgo de un hombre de padecer esta enfermedad.

  • Edad: El cáncer de próstata ocurre en muy pocas ocasiones en hombres menores de 40 años, pero la probabilidad de tener cáncer de próstata aumenta rápidamente después de los 50 años.
  • Raza/grupo étnico: El cáncer de próstata ocurre con más frecuencia en los hombres de raza negra y en hombres del Caribe con ascendencia africana que en los hombres de otras razas.
  • Antecedentes familiares: Parece ser que el cáncer de próstata afecta más a algunas familias, lo cual sugiere que en algunos casos puede haber un factor hereditario o genético. Si el padre o el hermano de un hombre padecen cáncer de próstata, se duplica el riesgo de que este hombre padezca la enfermedad (el riesgo es mayor para los hombres que tienen un hermano con la enfermedad que para aquellos con un padre afectado por este cáncer).


Asimismo, el riesgo es mucho mayor en el caso de los hombres que tienen varios familiares afectados, particularmente si tales familiares eran jóvenes cuando se les encontró el cáncer. Cambios genéticos Los científicos han descubierto varios cambios genéticos heredados que parecen aumentar el riesgo de cáncer de próstata, pero probablemente son sólo responsables de un pequeño porcentaje de casos en general. 


SÍNTOMAS

Cuando comienza, no da molestias ni síntomas. Por esto es importante que todos los hombres vayan a revisiones periódicamente para detectarlo de manera oportuna.

En etapas más avanzadas, el cáncer de próstata puede casar:
  •  Dificultada para orinar: iniciar o detener el chorro de orina, dolor o ardor
  •   Necesidad de orinar con frecuencia, sobre todo por la noche
  •    Chorro de orina débil
  • Sangre en la orina o semen
  •   Dificultad para genera una erección
  •  Dolor de espalda o cadera







lunes, 24 de agosto de 2015

CÁNCER Y ALIMENTACIÓN

CÁNCER Y ALIMENTACIÓN

“PREVINIENDO EL CÁNCER”






Como ya se ha mencionado en entradas anteriores el cáncer básicamente es una enfermedad de las células que han cambiado el mecanismo de control que gobierna su proliferación y diferenciación. A consecuencia de este cambio se produce la multiplicación sin control y con capacidad para invadir las estructuras vecinas y, por vía linfática o hemática, las nuevas colonias tumorales o metástasis.

Pero, ¿se puede prevenir el cáncer con solo 
cambiar nuestra alimentación?

“El 30% de los tumores cancerígenos se podrían evitar con una dieta sana y completa”

La idea de que se puede prevenir el cáncer mediante la dieta no es nueva, hace más de cien años que diversos autores han propuesto diferentes hábitos dietéticos como causas de los cánceres, cosa que los hace susceptibles de fundamentar recomendaciones preventivas.
En los años setenta, el interés por la dieta como causa de cáncer se pone de actualidad definitivamente al empezarse a disponer de evidencias científicas sólidas.
Desde entonces se puede afirmar que la dieta, junto con el tabaco y las exposiciones a sustancias carcinogénicas en el medio laboral, son los tres factores más importantes relacionados con el cáncer.




Sin embargo…. No existen los alimentos cancerígenos.

No hay ningún alimento que por sí mismo provoque cáncer. Lo que sí puede provocar esta enfermedad es una mala dieta mantenida durante mucho tiempo. "Es el conjunto de la alimentación lo que puede provocar un cáncer tumoral, no hay una lista cerrada de alimentos cancerígenos", explica la Dra. Graciela García , oncóloga de la Sociedad Española contra el Cáncer.
García da un ejemplo de una dieta que podría provocar cáncer. Habla de "Una alimentación muy rica en grasas de origen animal, en carne roja y en productos precocinados y pobre en fibra, verduras y fruta". Mantener este menú durante muchos años priva al organismo de muchos nutrientes. Es esta carencia la que puede provocar la enfermedad.
Pero comer mal también puede provocar cáncer a través de otra vía: la obesidad. "Determinados tumores sí están relacionados con un sobrepeso mantenido en el tiempo", comenta la Dra. García.

 

 

APUNTES PARA UNA DIETA ORIENTADA A PREVENIR EL CÁNCER Y OTRAS ENFERMEDADES CRÓNICAS




Lo primero que hay que recordar es que el tabaco es el principal factor de riesgo para contraer muchos tipos de cáncer.
Los siguientes puntos son una síntesis de las recomendaciones preventivas que pueden contribuir a prevenir determinados tipos de cáncer y otras enfermedades crónicas; y en todo caso, también son útiles para seguir una dieta saludable.

 

v  Hacer principalmente dietas ricas en verduras, frutas variadas, legumbres Y féculas.

La evidencia de que las dietas ricas en verduras y frutas protegen contra el cáncer es clara, así como también legumbres y féculas poco elaboradas, aunque en este último caso la evidencia no es tan consistente. Ésta será una dieta con alimentos poco calóricos. Sin embargo, esta recomendación no significa que las dietas vegetarianas sean más protectoras que dietas que incorporen cantidades moderadas de carne (ved más adelante).

v  Evitar el sobrepeso y la obesidad.

Aquella persona con un índice de masa corporal entre 25 y 30 se considera con sobrepeso, mientras que cuando supera 30 se considera con obesidad.
El índice de masa corporal se calcula dividiendo el peso en kg por la altura en metros al cuadrado.
Por ejemplo, para una persona que pesa 65 kg y tiene una altura de 1 m 62 cm:
65 / 1,622 = 24,77 (por poco, pero no se considera sobrepeso).
Entre los tumores relacionados con la obesidad se encuentra el cáncer de cuello de útero, el de mama en mujeres postmenopáusicas y el de riñón.

v  Mantener una actividad física moderada.

Existe la evidencia clara de que efectuar una actividad física moderada de forma continuada puede contribuir a prevenir el cáncer de colon, además de ayudar a evitar el sobrepeso y la obesidad. La actividad física que se recomienda consiste en caminar a paso ligero (6 km/h) una hora por día, tres veces por semana o más, o algún tipo de ejercicio similar.

v  Comer entre 400 y 800 gramos por día de frutas o verduras variadas.

Estos componentes de la dieta aportan fibra y muchas vitaminas, minerales y otras sustancias bioactivas que pueden ser preventivas de diferentes tipos de cáncer. Entre los cánceres más importantes que pueden contribuir a prevenir se pueden citar el de cavidad oral y faringe, el de esófago, el de pulmón, el de estómago y el colo-rectal. Otros cánceres para los cuales la evidencia es menos sistemática son el de laringe, mama, vejiga urinaria y páncreas.

v  Comer entre 600 y 800 gramos diariamente de legumbres, cereales (grano), tubérculos y otros alimentos de origen vegetal.

Las dietas ricas en cereales integrales y en legumbres posiblemente reducen el riesgo de cáncer de estómago, y las dietas con alto contenido en féculas pueden ayudar en la prevención del cáncer de colon. Hacer este tipo de dietas con cereales y legumbres aporta carotenoides y vitaminas C y E, que pueden proteger contra diferentes tipos de cáncer.

v  Evitar el consumo de alcohol. En el caso que se consuma, se tiene que limitar a dos copas o menos por día en los hombres, Y a una copa o menos por dia en las mujeres.

Diferentes estudios han mostrado de forma convincente que el consumo de alcohol aumenta el riesgo de sufrir cáncer de cavidad oral y faringe, laringe, esófago e hígado. Por otro lado, hay que tener en cuenta que es más probable que la persona que bebe también fume, lo cual multiplica el riesgo de sufrir cánceres como el de cavidad oral, de laringe y de esófago. Otros cánceres que posiblemente están relacionados con el consumo de alcohol son el de mama y el colo-rectal. Los beneficios de consumir pequeñas cantidades de bebidas con alcohol, como el vino, para prevenir algunas enfermedades cardiovasculares, hacen que el consumo recomendado se limite a una o dos copas al día de bebidas con contenido alcohólico.

v  Limitar el hecho de comer carne roja (ternera, cordero, cerdo) a menos de 80 gramos diarios. Es preferible comer pescado, pollo u otros tipos de carnes.

Las dietas que contienen cantidades elevadas de carne roja (ternera, cordero o cerdo) o basadas en productos elaborados a partir de estas carnes probablemente incrementan el riesgo de sufrir cáncer colo-rectal, y posiblemente aumentan el riesgo de sufrir cáncer de páncreas, próstata, mama y riñón. Sería conveniente que las calorías aportadas por este tipo de comidas no superen el 10% del total.

v  Limitar el consumo de grasa de origen animal y de los alimentos grasientos en general.

Las dietas ricas en grasa de origen animal posiblemente incrementan el riesgo de sufrir cáncer de pulmón, mama, colo-rectal, de endometrio y próstata. Por otro lado, hay que tener en cuenta que estas dietas incrementan notablemente el riesgo de obesidad.

v  Limitar el consumo de alimentos conservados en sal. Evitar comidas que se hayan podido estropear por estar mal conservadas.

Estos alimentos probablemente incrementan el riesgo de desarrollar cáncer de estómago. Actualmente ha disminuido considerablemente el uso de la sal y de determinado tipo de conservantes, y tomar alimentos que los contengan, de forma ocasional, no supone ningún riesgo.

v  Evitar alimentos chamuscados. Comer sólo ocasionalmente carne hecha a la barbacoa, así como alimentos curados o ahumados.

Las dietas compuestas por alimentos que en su cocción se chamuscan probablemente aumentan el riesgo de cáncer de estómago, y cuando se hacen en barbacoas o muy fritos posiblemente se asocian con un aumento de riesgo de cáncer colo-rectal. Este tipo de cocción produce aminas aromáticas que pueden ser carcinogénicas. Los alimentos ahumados pueden contener hidrocarburos policíclicos aromáticos que pueden ser carcinogénicos.

v  Las recomendaciones dietéticas anteriores hacen innecesario el consumo de suplementos vitamínicos.

Seguir una dieta como la descrita hasta ahora hace que no sea necesario tomar ningún suplemento vitamínico. Es más, no se ha demostrado que cuando las vitaminas se toman como suplementos reduzcan el riesgo de desarrollar un cáncer.

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